Cultivar el hábito lector durante los primeros años sienta las bases para una relación duradera con los libros. Pero en un mundo lleno de pantallas y estímulos rápidos, ¿Cómo mantener vivo ese interés? Estas estrategias comprobadas ayudarán a padres y educadores.

1. Lectura como juego, no como tarea

Transforma el acto de leer en algo lúdico:

• Crea "tesoros literarios" (libros escondidos para descubrir).
• Usa accesorios relacionados con las historias (linternas, lupas).
• Incorpora movimiento (actuar escenas, buscar pistas).

2. El poder del modelo a seguir

Los niños imitan lo que ven:

• Dedica 10 minutos diarios a leer junto a ellos tu propio libro.
• Comenta cosas interesantes de tus lecturas.
• Llévalos a bibliotecas y librerías como actividad especial.

3. Personalización literaria

Adapta la lectura a su mundo:

• Crea historias donde ellos sean protagonistas.
• Elige libros que reflejen sus pasiones actuales.
• Relaciona personajes con personas que conocen.

4. Rituales que anticipan placer

Establece asociaciones positivas:

• "Tardes de lectura con chocolate caliente".
• "La sorpresa literaria del viernes" (nuevo libro).
• "Adivina qué libro leeremos hoy" (pistas previas).

5. Puentes entre formatos

Conecta diferentes experiencias:

• Libro → Película → Comparar diferencias.
• Historia → Audiolibro → Dibujar escenas.
• Cuento → Juego de mesa basado en la trama.

El secreto está en hacer que cada encuentro con los libros sea una experiencia multisensorial y emocionalmente significativa. Cuando la lectura se asocia con placer, conexión y descubrimiento, el interés se mantiene de forma natural.

¿Qué rituales o estrategias han funcionado en tu casa o aula? ¡Nos encantaría ampliar esta lista con tus experiencias!